domingo, 16 de septiembre de 2012

La montaña rusa de las emociones

EMOCIONES Que me inundan en días como los de hoy... y me dejo llevar, sin identificarme con ellas, pero viviéndolas y aceptándolas. Una montaña rusa... y hoy paso por la estación de tu recuerdo. Hace días que notaba cómo me iba aproximando, y hoy por fin, mi tren pasaba por tu recuerdo. Caminos que se separan, la vida es siempre nueva, fresca y creativa... y sé que es ir en contra de ella el quedarme parada en tu parada, pues ésta está en mi recuerdo. Si me detengo, te espero en un pasado, en un futuro que pudiera haber sido y nunca fue. Así decido avanzar con la vida, me dejo llevar por la brisa que impulsa mis pasos, pero aprovecho este paso por tu memoria y descubro aún punzadas de dolor al romper la coraza que rompe el vagón del tren de mi montaña rusa cuando le permito pasar por tu estación. Aún no soy capaz de mirar detenidamente lo que hay ahí, lo que conforma el que fue nuestro mundo, pues las lágrimas me nublan la vista... sin embargo hoy soy capaz de permitirme llorarte, de sentir aún rabia, y de comenzar a esponjar mi corazón para llegar al perdón... a perdonarte, a perdonarme. Soy feliz en mi vida, pero me fueron necesarias orejeras que no me dejaban mirar hacia los lados para seguir caminando. Hoy quizá se me cayó una y me dejó mirar en este espacio, ahora que ya recorrí un buen trecho y la distancia ha sanado aquella herida abierta. Aún necesito hacerme fuerte, avanzar mirando al frente sin poder pararme más tiempo en tu estación... quizá algún día sea capaz de pensarte, mientras... te deseo suerte, y te acompaño desde ese sitio mágico en el que siempre permanecemos juntos. Me cuesta abrir los ojos y lo hago poco a poco, no sea que aún te encuentre cerca. Me guardo tu recuerdo como el mejor secreto, que dulce fue tenerte dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario